Que hacer en 30 días.

Juro que he intentado crear una entrada bajo este nombre.
Pensaba que sería facil, ya que solo tendría que poner que quiero hacer en mi ciudad en lo que me queda para disfrutar de ella.
Por mucho que escribiese los números del uno al treinta, solo se me ocurría una cosa...
Estar junto a vosotros.
Disfrutaros, quereros, abrazaros, besaros, reir con vosotros, chillar, bailar, cantar y de todo lo que hemos hecho y de todo lo que nos queda por vivir.
Pero todos los verbos que se me puedan ocurrir se resumen a una única palabra:  
                                                             Vosotros.                                                                          

Los ojos, el reflejo del alma.

-Como duelen las miradas.

-¿Cómo va a doler una mirada? Ni si quiera te roza
-Duele, duele saber con tan solo mirar que una persona está triste, que sufre, que te desprecia, incluso hasta  puede doler que te miren con los ojos cerrados.
-Si una persona cierra los ojos, es imposible saber que te está mirando.
-No es imposible, es darte cuenta de que al mirarte de reojo, cierra los ojos y te quita la cara. Las miradas hablan, no hace falta gesticular palabra para mostrar una sensación. ¿Pero sabes que es lo que realmente duele más?
-¿El qué?
-Que esa mirada venga de la persona que más quieres en este mundo, de la que darías tus propios ojos para que mostrase sus sentimientos a los demás.

Por siempre.

- Hay una cosa que no hemos hecho hoy.
- ¿Que cosa es esa?
- Nada.
- ¿Nada? ¿Qué es exactamente no hacer nada?
- Bueno, creo que es ir por ahí escuchando los sonidos del campo y no pensar en nada. Es como cuando nos preguntan: -¿Qué estáis haciendo? Y decimos: -Nada. Y es la verdad, porque es lo que siempre nos preguntan cuando hacemos lo que ahora. Ojala esto durara siempre.
- Pues de momento hagamoslo otra vez mañana, y pasado mañana y el día que viene después de ese.
- ¿Y si algún día...? Bueno, ¿Y si llega un día en el que estemos lejos?
- Aún estando lejos, si estamos juntos, estaremos muy bien.
- Si, cierto. Tienes razón, pero ¿Y si tu y yo no estamos juntos? ¿Y si yo estoy en otro lugar?
- ¡Que cosas dices! Yo estaría totalmente perdido sin ti. ¿A quien llamaría en los días en los que no tengo fuerza para nada o no tengo valor?
- Bueno, en esos casos...
- ¿Y a quien le pediría consejo cuando no supiese que camino tomar?
- Nosotros...
- Nosotros siempre estaremos juntos.
- Si alguna vez llega el día en el que no estemos juntos hay algo que debes de recordar: Eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces, y más inteligente de lo que piensas. Pero lo más importante es que aún estando separados siempre estaré contigo.

Ellos.

Son ellos, a los que cuando los miras te hacen sentir mil cosas a la vez.

Esas sensaciones que hacen que sientas que son especiales, que no son como los demás.

Los que te hicieron reir y llorar, a veces reir por no llorar y otras llorar de la risa.

Con los que hablas sin parar, y con los que con un silencio te dicen todo.

Aquellos a los que conoces tanto que son capaces de terminar tu frase, sin nunca antes haberla escuchado.

Los que han vivido tu primera vez en esto, y tu última en lo otro.

A los que has guardado secretos y han sabido guardar los tuyos.

Esos que saben cuando estás de broma y cuando en serio, a pesar de que a veces no sepan diferenciarlo.

Con los que chillas desgarrandote la voz y con los que susurras frases casi inentendibles en algunos momentos.

Los que saben escuchar y darte consejos.

Los que te apoyan en situaciones que ni entienden, ni comparten.

Son aquellos que cuando estan juntos no saben lo que es la vergüenza, ni la han conocido.

Ellos, a pesar de que todo cambie, siempre serán los mismos.

Quien bien te quiere, te hará llorar.

                                           Y sabes que nunca podrás dejar de quererles,
                                      que las cosas buenas le dan mil patadas a las malas.

Amistad - Wikipedia, la enciclopedia libre.

La amistad es una relación afectiva entre dos o más personas, una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.Se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes, hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.La verdadera amistad dura toda la vida.Los sabios y poetas de todos los tiempos han exaltado siempre la amistad, además del amor, se necesita la amistad. Para los filósofos griegos, expresa virtud, es un regalo de los dioses. Aristóteles menciona tres tipos de amistad: por interés, por placer y por el bien; pero sólo la que surge del bien merece llamarse amistad. Para Cicerón y Séneca, la amistad implica armonía, buena voluntad y afecto, «querer y rechazar lo mismo».«La amistad moderna se distingue por el elevado grado de autonomía que se atribuye a una persona, en la medida que tiene en sus manos la relación tanto para iniciarla como para romperla»La amistad se demuestra en la preocupación por el amigo, interesándose por su bienestar, por sus problemas y logros. Por esto procura reunirse, comunicarse o convivir con él.Un amigo es el que está en todo momento, el que te levanta cuando estás decaído. Es en la turbación donde la amistad se pone a prueba. Cicerón comenta:

    «Sólo en el peligro se conoce al verdadero amigo»

Esa sensación.

 -¿Que te pasa? 
-¿Alguna vez has tenido la sensación de notar un cosquilleo en el estómago?
-¿Como mariposas?
-Si, como mariposas.
Sonrió.
-Eso es amor.
-No, es miedo.
-Miedo ¿A qué?
-Miedo a empezar a sentir algo.
-Pero entonces, es miedo a sentir amor.
-Puede ser.
-Eso quiere decir, como te he dicho antes, que es amor.
-Supongo que el miedo y el amor está relacionado. Comienzas teniendo miedo a empezar algo y sufrir y luego tienes miedo de que acabe y sufres.

Nunca pensé que llegaría.

Nunca creí en ese momento, te cambia la vida sin que tengas nada para seguirla. Te cambia y no piensas en lo que te olvidas.
Y te despiertas un buen día lo ves todo al revés. Miras atrás ves tu camino, el que hicieron tus pies.
Y mandas besos para todos, los que volverás a ver.
Tantos recuerdos enlatados en fotos de carné, en lágrimas de ayer, en todos los momentos que a vuestro lado yo esperé.
Que cuando me vaya no caiga una lágrima por mí. Que sólo quede la amistad, tantos sueños que recordar.
Que cuando me vaya y coja ese tren una vez más y ya no entre por mi ventana ese dulce olor a sal.
Que cuando me vaya de aquí, de mi tierra, de mi gente. De mi tierra, la que me vió nacer, la que me vió crecer, la que me vió ganar y me enseñó a perder.

                                                  37º36' N, 0º59' W

Echar de menos es bonito.

Cuando alguien que te importa se va de tu lado el vacío que queda en tu interior es tan grande... Pero eso solo significa que esa persona ha calado en ti, que consiguió aportarte algo bueno, que tiene un hueco dentro de ti. Echar de menos significa que la distancia no puede con los sentimientos.
Se hace difícil muchas veces el saber que esa persona podría estar ahí para ayudarte y no está.
Es estar rodeado de gente y pensar en el que te falta, sentirte solo en medio de la multitud, buscar y no encontrar.
Pero mientras eches de menos a alguien, ese alguien seguirá presente, y eso es lo más importante, sentir que aunque no esté a tu lado físicamente, está contigo en la distancia.
Nunca olvidéis a quien ha sido importante en vuestras vidas, echadle de menos hasta que las circustancias de la vida os una de nuevo.

 El recuerdo es lo que nos une a esas personas que están lejos.

Sabes que puede que nada sea lo mismo.

Que todo cambie, pero aún asi, te inundan las ganas de esa nueva experiencia. La que tú decidiste vivir. Sabes que te perderas cosas que podrías haber vivido junto a esas maravillosas personas, que a día de hoy, tienes contigo pero aún asi, decides marcharte.
¿Por qué? Esa es la pregunta que te haces todos los días. Tal vez sea por la emoción de un cambio drástico. Esa no es la respuesta correcta, o si. No lo sabes.
Mirate. ¿Sabes lo que quieres? Si lo tienes tan claro... ¿Por qué cuando hablas con tu gente cambias de opinión?
- Porque les quieres, y te duele que tengan razón. Más que dolor es miedo, miedo a que sea cierto. Que al irte todo cambie.
¿En que cambiaría?
- Supones que en el trato, no es lo mismo tener un contacto visual con una persona, al dejar de verla, la echas de menos, pero con el tiempo te acostumbras.
A la misma vez que piensas esto, las nuevas tecnologías impactan contra tu mente. Antiguamente era muy dificil mantener un contacto continuo en la distancia, pero a día de hoy, hay muchisimas cosas que podrías utilizar para hablar con, ver a y oir a esas personas.
Esas personas que te han hecho chillar, andar, bailar, comer, bajar, llorar, mirar, besar, fumar, saltar, nadar, subir, abrazar, beber, hablar, andar, sentir, soñar, correr, cantar, grabar, cenar, imaginar, reir y querer.
Te imbade esa gran duda existencial y te gustaría que te comprendieran y apollaran en tu decisión. No quieres perderles, y no tienes porqué hacerlo. 

   Que el movimiento se demuestra andando.